Dos casos atípicos de histoplasmosis en perros y gatos

F. Javier Cabañes

Grupo de Micología Veterinaria, Departamento de Sanidad y Anatomía Animales, Facultad de Veterinaria, Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra, España.

La histoplasmosis es una micosis sistémica clásica causada por el patógeno primario Histoplasma capsulatum. Entre los animales de compañía se describe más frecuentemente en perros y gatos. Este hongo se distribuye por todo el mundo en países de climas templados y subtropicales y es principalmente endémico de los EEUU, con mayor prevalencia en los valles de los ríos Ohio, Missouri y Mississippi, de donde derivan la mayoría de los casos publicados que afectan a estos animales. En Europa esta micosis se considera rara y se han descrito muy pocos casos autóctonos o de importación en estos animales. En una búsqueda en Pubmed utilizando los siguientes descriptores: “Histoplasmosis” AND “dogs” AND “Europe” y “Histoplasmosis” AND “cats” AND “Europe”; (7 de septiembre 2021), se incluyen un total de 8 artículos contrastando con los 50 existentes utilizando el descriptor “USA”. En Europa, la mayoría de las publicaciones proceden de Italia y ninguna de España.

Microfotografía de la fase miceliar de un cultivo de Histoplasma capsulatum sensu lato. En ella se observan numerosos macroconidios redondeados y tuberculados, que son distintivos de la especie. Aunque no se observan en la fotografía, también pueden detectarse microconidios que son generalmente piriformes y presentan paredes lisas. Normalmente, las colonias pueden tardar de 10 a 20 días en desarrollarse. Su cultivo comporta un riesgo elevado de contaminación biológica ya que la especie pertenece al grupo de riesgo 3, por lo que necesita condiciones laboratoriales de contención BSL3. Se han notificado algunas infecciones adquiridas en el laboratorio por manipulación de cultivos. Fotografía cortesía de la Dra Dina Pedersen. Universidad Nacional del Sur. Bahía Blanca. Argentina. ©

La infección se produce por la inhalación de conidios de la fase miceliar del hongo presente principalmente en suelos con materia orgánica rica en nitrógeno (p.e. excrementos de aves o murciélagos). Al ser un hongo dimórfico, estos conidios se convierten en levaduras en los tejidos del animal, que se pueden detectar mediante diferentes técnicas histológicas.

Aunque la mayoría de las infecciones suelen ser subclínicas, en perros y gatos la enfermedad suele causar inapetencia, pérdida de peso y fiebre. La histoplasmosis presenta diversas formas que van desde una enfermedad respiratoria leve hasta formas diseminadas que pueden afectar a cualquier órgano o tejido, como el bazo, el hígado, la médula ósea, los huesos y las articulaciones.

No obstante, recientemente se han publicado dos casos muy poco frecuentes de histoplasmosis con afectación de la cavidad nasal, con formas similares a algunas criptococosis y aspergilosis en perros y gatos. En el primer caso, un gato de dos años presentaba los signos clínicos clásicos de las formas sinonasales de estas micosis: secreción nasal crónica con deformidad facial y lesiones cutáneas afectando áreas perioculares [Grinstead et al. 2021]. Según la experiencia de los autores, el diagnóstico de la histoplasmosis en los gatos suele retrasarse. Esto podría deberse, en parte, a la sospecha clínica inicial de enfermedades inflamatorias más comunes como el cáncer o infecciones víricas y bacterianas. En este caso, al final se pudo confirmar el diagnóstico mediante histopatología y cultivo del hongo a partir del líquido de un lavado nasal. Después de recibir distintos tratamientos, al gato se le administró itraconazol. Después de más de un año de la visita inicial, el animal presentó la prueba negativa de detección de antígeno de Histoplasma en orina y junto con la ausencia de signos clínicos y la continua remodelación ósea de la cavidad nasal sugirieron que el gato seguía en remisión clínica. El pronóstico de la histoplasmosis en gatos es variable. Aproximadamente dos tercios de los animales tratados sobreviven seis meses después del diagnóstico.

En el segundo caso, un perro de cuatro años y medio presentaba desde hacía tres meses estornudos, secreción nasal unilateral e inflamación de la fosa nasal izquierda [Heilmann et al. 2021]. La histoplasmosis se diagnosticó mediante examen histopatológico y con una prueba ELISA de detección de antígenos de Histoplasma. Esta última prueba no es concluyente por sí sola, ya que se ha citado reacción cruzada con otras micosis endémicas (p.e. blastomicosis, coccidioidomicosis). Sin embargo, puede ser útil para monitorizar la evolución de la infección. En esta ocasión el cultivo no se llevó a cabo. Para obtener la fase miceliar de este hongo a partir de las muestras se utilizan medios de cultivo rutinarios (p.e. Agar glucosado de Sabouraud con antibiótico) incubando a 25-30ºC. Debido al crecimiento lento del hongo, el resultado de esta prueba se puede llegar a retrasar varias semanas. No obstante, se considera la técnica de elección para confirmar el diagnóstico. También se puede realizar la técnica de reversión de la fase miceliar obtenida a la fase levaduriforme, cultivándola en medios enriquecidos (p.e. medio de agar infusión cerebro-corazón) e incubando a 37ºC. Actualmente se pueden utilizar técnicas de PCR que son mucho más rápidas de realizar, aunque no están estandarizadas ni se comercializan. En este caso, el tratamiento con itraconazol oral condujo a la normalización del aspecto de la trufa y de la fosa nasal del perro, con ausencia de signos de la enfermedad después de más de 6 años del último examen. El pronóstico es variable en perros con histoplasmosis. Las tasas de supervivencia de estos animales con enfermedad pulmonar, gastrointestinal o histoplasmosis diseminada oscilan del 33 al 78%; por lo general, los resultados son mejores para los pacientes con enfermedad localizada.

Clásicamente, en función de la clínica, la distribución geográfica y la morfología del hongo se reconocen tres variedades de esta especie: H. capsulatum var. capsulatum, que es un patógeno humano con amplia difusión en el continente americano y responsable de la histoplasmosis clásica, H. capsulatum var. duboisii, presente en África Central y Occidental y causante de la histoplasmosis africana y H. capsulatum var. farciminosum, presente en Europa, Asia y Norte de África y responsable de linfangitis epizoótica en los equinos. Sin embargo, desde hace algunos años se conoce que estas tres variedades son artificiales y que la especie incluye diferentes grupos genéticos. Recientemente, mediante estudios genómicos, cuatro de estos grupos genéticos, todos ellos endémicos del continente americano, se han propuesto como nuevas especies: H. capsulatum sensu stricto, H. mississippiense, H. ohiense y H. suramericanum [Sepúlveda et al. 2017]. Por otra parte, aunque sólo se estudiaron dos cepas del grupo correspondiente a la variedad africana, los autores remarcan que éstas presentaron suficientes diferencias genéticas para poder considerarse como una nueva especie.

Actualmente, desconocemos como afecta esta nueva propuesta de especiación a los aislamientos existentes de perros y gatos, ya que en este estudio no se incluyeron cepas procedentes de estos animales. No obstante, debido a que la mayoría de casos descritos de histoplasmosis se localizan en EEUU, no sería de extrañar que las especies crípticas H. mississippiense (grupo NAm1) y H. ohiense (grupo NAm2) fueran predominantes.

CURSO ONLINE IDENTIFICACIÓN HONGOS FILAMENTOSOS (1ª Edición)

1 CURSO ONLINE DE IDENTIFICACIÓN DE HONGOS FILAMENTOSOS (1ª EDICIÓN). 22/9/2021- 29/9/2021

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1ª Jornada del Curso: 22/9/202

a) Inicio: 16:00H

b) Introducción: Javier Pemán y Julio García. 10′

c) Bloque 1 (Moderación Javier Pemán. Servicio Microbiología Hospital La Fe. Valencia)

  • Nuevos Factores de Riesgo y población susceptible . Miguel Salavert. 20’. Servicio EEII Hospital La Fe. Valencia
  • Nuevos tratamientos de las IFI.           Carol García Vidal. 20’. Servicio EEII Hospital Clinic. Barcelona
  • Preguntas. 10’

d) Bloque 2 (Moderación Julio García. Servicio Microbiología Hospital La Paz. Madrid).

  • Principios básicos de la ID de hongos filamentosos. Maria Soledad Cuétara. 20’. Servicio Microbiología. Hospital Severo Ochoa. Madrid
  • Identificación de Aspergillus spp, mucorales y Fusarium spp José Francisco Cano Liria 20’/Alberto M. Stchigel. 20’. Universitat Rovira i Vigil. Reus
  • Preguntas. 10’

2ª Jornada del Curso: 27/9/2021

a) Inicio. 16:00h.

b) Introducción e instrucciones. Javier Pemán y Julio García. 10’

c) Grupo 1. 20’ discusión. 10’ resolución. Ana Pérez de Ayala. Servicio Microbiología. Hospital 12 de Octubre. Madrid

d) Grupo 2. 20’ discusión. 10’ resolución. Ana Alastruey. Centro Nacional de Microbiología. Majadahonda.

e) Grupo 3. 20’ discusión. 10’ resolución. Inmaculada Quiles. Servicio Microbiología. Hospital La Paz. Madrid

f) Conclusión y cierre. Javier Pemán y Julio García. 5’.

Super hongos y especies de Scedosporium

F. Javier Cabañes

Grupo de Micología Veterinaria, Departamento de Sanidad y Anatomía Animales, Facultad de Veterinaria, Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra, España.

En la última guía publicada sobre el diagnóstico y el manejo de micosis raras en humanos causadas por hongos miceliares, se subraya la elevada resistencia a los antifúngicos que presentan algunas de las especies que las causan y se dan pautas para su tratamiento [Hoenigl et al. 2021]. En algunas ocasiones estos hongos tienen predilección por infectar gravemente a personas con enfermedades subyacentes, presentando una alta tasa de mortalidad.

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Scedosporium apiospermum: conidiogénesis del sinanamorfo tipo Scedosporium. Se pueden apreciar conidios obovoides sobre varias células conidiógenas anelídicas no infladas en su base. Microscopio de contraste de fases. F. Javier Cabañes©

Entre estos super hongos destaca la especie que produce la lomentosporiosis, Lomentospora prolificans (anteriormente Scedosporium prolificans) que es un hongo saprofito de suelos. La mayoría de casos descritos se citan en Australia y el suroeste de EE.UU. y en menor porcentaje en España, Alemania y Japón. No obstante, se desconocen en gran medida los datos de prevalencia e incidencia de esta micosis. Esta especie parece ser intrínsicamente resistente a la mayoría de los antifúngicos utilizados, mostrando valores de CMI elevados para anfotericina B, itraconazol, voriconazol, posaconazol, terbinafina, caspofungina, micafungina y anidulafungina. En esta guía se recomienda la terapia antifúngica combinada para el tratamiento de estas infecciones, en particular voriconazol y terbinafina, entre otros.

La identificación de L. prolificans se consigue mediante el examen macroscópico y microscópico de sus colonias. Éstas suelen ser negruzcas de aspecto húmedo y presentan unas características células conidiógenas anelídicas en forma de frasco que forman conidios obovoides. No obstante, la identificación debe confirmarse mediante la posterior secuenciación de la región ITS1-5.8S-ITS2 del rDNA.

Super hongos y especies de Scedosporium
Cultivo puro de Scedosporium apiospermum creciendo en una placa de agar glucosado de Sabouraud suplementada con cloranfenicol e inoculada con material de la biopsia nasal de un perro con escedosporiosis. Nótese el aspecto algodonoso de las colonias. F. Javier Cabañes©

La identificación de L. prolificans se puede conseguir mediante la caracterización morfológica macroscópica y microscópica de los aislamientos. Las colonias suelen ser negruzcas de aspecto húmedo y presentan unas características células conidiógenas anelídicas en forma de frasco que forman conidios obovoides. No obstante, la identificación debe confirmarse mediante la posterior secuenciación de la región ITS1-5.8S-ITS2 del rDNA.

También hay que destacar las productoras de escedosporiosis, causadas por distintas especies del género Scedosporium y principalmente por algunas de las incluidas en el complejo Scedosporium apiospermum, como Scedosporium apiospermum sensu stricto y Scedosporium boydii. En el ámbito clínico, estas dos últimas son las más aisladas en todo el mundo. A diferencia de L. prolificans, pueden presentar dos formas de reproducción asexual (sinanamorfos tipo Scedosporium  y tipo Graphium) con células conidiógenas no infladas, que forman mayoritariamente conidios obovoides o elipsoidales. Para confirmar su identificación a nivel de especie, se requiere la secuenciación tanto de los ITS como del gen de la β- tubulina.

Super hongos y especies de Scedosporium
Observación directa del material de la biopsia nasal de un perro en la que se aprecian numerosos conidios obovoides e hifas. Tinción de azul algodón. F. Javier Cabañes©

La mayoría de los casos se han registrado en EE.UU., Australia, Alemania, India, España y Japón. Estas especies presentan también valores altos de CMI para anfotericina B, isavuconazol, itraconazol y fluconazol. Los valores de CMI más bajos se obtienen para voriconazol, posaconazol y las equinocandinas. Estas directrices recomiendan principalmente el voriconazol para el tratamiento de estas micosis y el uso del desbridamiento quirúrgico, cuando sea aplicable.

En animales estas micosis son también muy raras. Los casos más frecuentemente publicados son los que afectan a perros, pero apenas se han descrito una veintena de ellos (búsqueda en Pubmed utilizando los siguientes descriptores: “Scedosporium” AND “dogs” y “Pseudallescheria” AND “dogs”; 28 de abril de 2021).

Las lomentosporiosis son las menos frecuentes y se han descrito exclusivamente casos de infecciones diseminadas en perros inmunodeprimidos, presentando mal pronóstico. De los pocos casos existentes, la mayoría se localizan también en Australia. Uno de estos casos afectó a un animal que estaba recibiendo un tratamiento farmacológico inmunosupresor para la anemia hemolítica inmunomediada que presentaba [Taylor et al. 2014]. La cepa de L. prolificans aislada fue resistente a todos los antifúngicos ensayados: anfotericina B, 5-fluorocitosina, itraconazol, fluconazol, voriconazol, posaconazol, caspofungina, micafungina y anidulafungina. A pesar de la interrupción de la medicación inmunosupresora y de una respuesta inicial al tratamiento con voriconazol y terbinafina, el perro desarrolló una enfermedad progresiva con signos neurológicos que hizo necesaria la eutanasia a los seis meses del diagnóstico.

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Prueba de sensibilidad a los antifúngicos de la cepa de Scedosporium apiospermum aislada del perro con escedosporiosis, realizada con una técnica de difusión. El halo de inhibición más grande corresponde a ketoconazol y el menor a clotrimazol. No se observó halo de inhibición para itraconazol. F. Javier Cabañes©

Aunque en las escedosporiosis en perros también incluyen infecciones diseminadas, son más frecuentes las infecciones localizadas, que afectan principalmente a la cavidad nasal, cavidad abdominal y a la córnea. Ya hace muchos años, en nuestro laboratorio tuvimos la oportunidad de describir, en colaboración con distintos especialistas de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, el primer caso de un granuloma fúngico en la cavidad nasal producido por S. apiospermum [Cabañes et al. 1998]. Los agentes etiológicos comúnmente aislados en este tipo de micosis suelen ser especies de Aspergillus, principalmente A. fumigatus [Cabañes, 2020]. A parte de aislar el agente etiológico de las muestras, se pudo evidenciar su papel en el proceso patológico mediante técnicas radiológicas e histológicas. La rinoscopia reveló la destrucción del hueso vómer y una gran masa ocluyendo completamente la cavidad nasal.

Si bien las técnicas de evaluación de la susceptibilidad de los hongos miceliares a los agentes antifúngicos no estaban estandarizadas en ese momento (p.e. CLSI, EUCAST) se pudo realizar también una evaluación de los antifúngicos que podían ser de interés para el tratamiento del caso, mediante una técnica de difusión. La cepa aislada fue sensible a ketoconazol, de sensibilidad intermedia al clotrimazol y resistente a la anfotericina B, 5-fluorocitosina, fluconazol e itraconazol. Aunque los resultados “in vivo” no siempre pueden extrapolarse a partir de los resultados obtenidos “in vitro” en este tipo de pruebas, durante el tratamiento con ketoconazol se observó una mejora general de las lesiones. Después de un mes, la secreción nasal disminuyó y los estornudos desaparecieron. Desgraciadamente, pocos meses después el perro murió atropellado por un coche. Los accidentes de tráfico siguen siendo una causa importante de mortalidad en perros.

Webinar Nuevas estrategias para los nuevos pacientes con IFI Mayo 2021

El próximo martes 11 de mayo de 2021 se celebra el webinar: «Nuevas estrategias para los nuevos pacientes IFI», moderado por Ana Alastruey y Javier Pemán, donde participarán el Dr. Rafael Zaragoza, el Dr. Andrés Novo y el Dr. Miguel Salavert. Se puede consultar la agenda completa e inscribirte desde los siguientes enlaces: